jueves, 9 de enero de 2014

La nueva sociedad industrial del siglo XIX y las condiciones de trabajo.


La nueva sociedad industrial del siglo XIX y las condiciones de trabajo.




La Revolución Política (Francia / EE. UU.) y la Industrial, permitió terminar con la sociedad estamental y crear una nueva sociedad de clases, organizada y estratificada a partir de los niveles de riqueza:
-          Clase alta. Gran burguesía: propietarios de fábricas, empresas, banqueros, rentistas, etc.
-          Clase media. Mediana burguesía: profesionales liberales, funcionarios, comerciantes. Pequeña burguesía (tenderos, empleados) y rural (campesinos-labradores).
-          Clase  baja. Proletariado industrial (trabajadores de fábricas), artesanos, asalariados del sector servicios, campesinos pobres y jornaleros (campesinos sin tierra).

El liberalismo económico provocó que desaparecieran los gremios (A. R.), y que el Estado no interviniera apenas en la economía (mercado laboral, actividad mercantil). Todo ello provocó que los trabajadores estuvieran en gran medida a merced de la voluntada de los empresarios, estableciendo unas durísimas condiciones de trabajo, que resumimos en:

1.- Jornadas laborales. Muy largas, en ocasiones de hasta 12, 14 y 16 horas. En el comienzo de la Revolución Industrial no hubo ninguna legislación que regulase las condiciones laborales (horario, salario, días festivos,…).

2.- Ausencia total de seguridad e higiene en el trabajo. Lo que ocasionaba enfermedades crónicas (en las minas, en las fábricas con productos tóxicos,…), continuos accidentes de trabajo, etc.

3.- Bajos salarios. Los empresarios pagaban bajos salarios porque existía mucha mano de obra a causa del crecimiento de la población, y además se empleaban máquinas que realizaban el trabajo que antes hacían varios obreros.

4.- Trabajo femenino e infantil. Cobraban menos que el varón. Los niños y niñas de las familias obreras no iban a la escuela o la dejaban a temprana edad (7 u 8 años), para trabajar en fábricas durante 12 o 14 horas. Sus trabajos eran mal pagados, poco especializados, repetitivos y peligrosos, como arrastrar vagonetas en las minas o anudar los hijos bajo los telares.

5.- Otros factores. El despido era libre, sin derecho a indemnización ni cobro de desempleo. No existía el concepto de vacaciones, ni de seguridad social, que cubriera los períodos de baja por enfermedad y la propia asistencia médica. Los trabajadores tenían prohibido el derecho de asociarse para defender sus intereses. Hasta el año 1825 no se anuló en Gran Bretaña esta prohibición, apareciendo los primeros sindicatos (Great Trade Union, 1834).



La ciudad industrial del siglo XIX.



Las ciudades se convirtieron en el centro vital de la nueva sociedad industrial de clases. Experimentaron diversas transformaciones:

1.- Éxodo rural y rápido crecimiento demográfico urbano. La introducción de la maquinaria en las tareas agrícolas provocó que sobrara mano de obra, que no encontraba trabajo. Se produjo un proceso de éxodo rural, miles de personas cada año abandonaban el ámbito rural para ir al urbano en busca de trabajo en las fábricas. Muchas ciudades multiplicaron su población por 2 y por 3. Ej. Manchester, Liverpool, Birmingham.

2.- Cambio en el plano de la ciudad. Las ciudades se ampliaron y modernizaron. El centro urbano sufrió modificaciones, se derribaron las antiguas murallas, se trazaron calles y avenidas nuevas, con el objetivo de conectar el centro con la periferia. Se levantaron numerosos edificios y se modificó el subsuelo: se instalaron los primeros alcantarillados, las conducciones de agua, el alumbrado público (gas, electricidad), etc.

3.- Barrios burgueses y barrios obreros. La ciudad quedó segregada en barios y las desigualdades se hicieron muy evidentes. Los barrios residenciales se crearon para las clases altas, contaban con casas lujosas y espacios ajardinados. En contraste a éstos, surgieron los suburbios obreros en la periferia, que no contaban con unas condiciones mínimas de sanidad e higiene: las calles no estaban asfaltadas, no tenían alcantarillado, las viviendas estaban hacinadas, etc. Ello provocaba la aparición de enfermedades y epidemias (tifus, cólera, viruela, tuberculosis,…), que se extendían con gran rapidez.

4.- Nuevos medios de transporte. La ciudad industrial contó con nuevos medios de transporte como el ferrocarril, y más tarde como el tranvía, el metro y los automóviles. Se crearon zonas de comercios y oficiales, servicios públicos (escuelas, correos, hospitales), edificaciones para el ocio (teatros, estadios, restaurantes…).





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